Sugerencias para tener un adecuado diagnóstico de cáncer de tiroides
El cáncer de tiroides afecta tres veces más a las mujeres que a los hombres.
Cada 24 de septiembre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Tiroides para dar a conocer un poco más sobre la enfermedad, que representa uno de los padecimientos más recurrentes en las mujeres y que requiere un diagnóstico oportuno para así evitar mayores complicaciones e inclusive la pérdida de vidas humanas. La médica Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC cuenta los procedimientos y pruebas para determinar si una persona posee o no cáncer de tiroides.
La tiroides es una glándula endocrina que se encuentra en la base del cuello por delante de la laringe (por debajo de la Nuez de Adán) y está formada por dos lóbulos unidos en la línea media. La misma es la encargada de regular el metabolismo corporal, siendo fundamental para el correcto funcionamiento de todo el organismo. Además, en la glándula tiroides se pueden originar distintos tipos de tumores, los cuales, en su mayoría son benignos (no cancerosos), pero otros son malignos (cancerosos). A su vez, se puede propagar a los tejidos cercanos y a otras partes del cuerpo.
Para hacer diagnósticos detallados sobre la tiroides, se puede realizar una sencilla ecografía sin necesidad de recurrir a maniobras invasivas. De haber alguna formación nodular o sector de la glándula y/o cuello que tenga características anormales, se puede realizar una punción para biopsia con una aguja fina. En estos casos, la citología determinará si se trata de una lesión benigna o maligna en la glándula tiroides.
Procedimientos para diagnosticar el cáncer de tiroides
La médica Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC desarrolla los siguientes pasos a tener en cuenta:
● Examen físico: el médico examinará el cuello para palpar los cambios en la tiroides como un bulto (nódulo). También, puede preguntarte sobre los factores de riesgo, por ejemplo, la exposición a la radiación en el pasado y los antecedentes familiares de cáncer de tiroides.
● Análisis de sangre de la función tiroidea: las pruebas que miden los niveles sanguíneos de la hormona estimulante de la tiroides y las hormonas producidas por la glándula tiroides pueden dar indicios al equipo de atención médica sobre la salud de la tiroides.
● Imágenes por ecografía: la ecografía usa ondas de sonido de alta frecuencia para crear imágenes de las estructuras del cuerpo. Para crear una imagen de la tiroides, el transductor de ecografía se coloca en la parte inferior del cuello.
El aspecto de un nódulo tiroideo en una imagen por ecografía ayuda al médico a determinar si es probable que se trate de un cáncer. Los signos de que un nódulo tiroideo puede ser canceroso incluye la presencia de depósitos de calcio (microcalcificaciones) dentro del nódulo y un borde irregular alrededor de este. Si hay una alta probabilidad de que un nódulo sea canceroso, se necesitarán pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo de cáncer de tiroides existente.
Además, el profesional puede utilizar la ecografía para crear imágenes de los ganglios linfáticos del cuello (cartografía del ganglio linfático), para buscar signos de cáncer se realiza una extracción de una muestra de tejido de la tiroides a través de una biopsia por aspiración con aguja fina. Durante este procedimiento, el especialista introduce una aguja larga y fina a través de la piel y en el nódulo tiroideo, y la muestra se envía a un laboratorio para analizarla.
“En el laboratorio, un médico especializado en el análisis de la sangre y los tejidos corporales (patólogo), examina la muestra de tejido en el microscopio y determina si presenta cáncer. Los resultados no siempre son claros. Algunos tipos de cáncer de tiroides, en particular el cáncer folicular y el cáncer de células de Hurthle tienen más probabilidades de obtener resultados inciertos (nódulos tiroideos indeterminados)”, explica la Directora Médica Nacional de OSPEDYC. Y agrega que: “el especialista puede recomendar otro procedimiento de biopsia o una operación para extirpar el nódulo tiroideo y analizarlo, asimismo pueden ser útiles las pruebas especializadas de las células para buscar cambios en los genes (pruebas de marcadores moleculares)”.
Pruebas para diagnosticar el cáncer de tiroides
La profesional de OSPEDYC destaca algunas pruebas que pueden determinar el cáncer de tiroides:
● Prueba por imágenes que utiliza un marcador radioactivo: en la exploración con yodo radioactivo se utiliza una forma radioactiva de yodo y una cámara especial para detectar las células cancerosas de la tiroides en el cuerpo. Esta prueba se usa con mayor frecuencia después de la cirugía para detectar las células cancerosas que puedan quedar. Esta prueba es más útil para los cánceres de tiroides papilares y foliculares. Las células tiroideas sanas absorben y utilizan el yodo de la sangre. Cuando el yodo radioactivo se inyecta en una vena o se ingiere, cualquier célula cancerosa de la tiroides que se encuentre en el cuerpo absorberá el yodo. Aquellas que absorben el yodo aparecen en las imágenes de la exploración con yodo radioactivo.
● Otras pruebas por imágenes: para que el profesional determine si el cáncer se propagó más allá de la tiroides, es posible que el paciente deba someterse a una o más pruebas por imágenes. Éstas pueden incluir: ecografía, tomografía computarizada y resonancia magnética.
● Pruebas genéticas: algunos casos de cáncer medular de tiroides se deben a genes hereditarios transmitidos de padres a hijos. Si se diagnostica cáncer medular de tiroides es posible que el médico recomiende reunirse con un especialista en genética para considerar las pruebas correspondientes. Saber si la persona tiene un gen hereditario puede ayudar a entender el riesgo de padecer otros tipos de cáncer y lo que este gen puede implicar para los hijos también.
“El cáncer de tiroides es el octavo cáncer más frecuente en la Argentina con 4.100 casos registrados por año, uno cada dos horas; y la incidencia es notoriamente mayor entre las mujeres. No obstante, su mortalidad es baja: las estadísticas oficiales indican que provoca 243 muertes al año. Esto representa el 0,4% de todos los fallecimientos por tumores en el país”, finalizó Valeria El Haj.